La mitad de los 250.000 lagos que se estima existen en el mundo desaparecerá debido al cambio climático, aseguró hoy Marion Hammerl, presidenta de la red Living Lakes y de la fundación Global Nature.
La especialista alemana participó esta semana en la 13 Conferencia Living Lakes, que se realiza en el poblado de Chapala, cercano a Guadalajara, en el noroeste de México, y que reúne a organizaciones dedicadas a la conservación de vasos lacustres.
Hammerl dijo que las prolongadas sequías y el aumento de la temperatura terrestre acelerarán la desaparición de lagos en España, Filipinas, Argentina, México y el continente africano.
“Los más vulnerables son los lagos con poca profundidad, están más expuestos a evaporación por las temperaturas altas y tienen menos capacidad de recuperarse”, explicó la experta.
La laguna Mar chiquita, en Argentina; la de Bahía, en Filipinas; la de Chapala, en México, y los humedales de la región de La Mancha, en España, son las más amenazadas, explicó.
Hammerl enfatizó que la situación “es muy preocupante” pues ya se comienza a ver las primeras consecuencias en Europa y África por las largas sequías.
Acotó que gran parte de las lagunas en el mundo tiene escasez de agua debido a que esta es desviada indiscriminadamente para uso industrial, agrícola y doméstico.
La poca que llega está contaminada por desechos industriales y no es tratada de manera adecuada, explicó.
“Hay estimaciones de que un tercio de los lagos ha desaparecido a partir de la década de los sesenta, que es cuando comenzaron a disecarse para ganar tierra para la agricultura, según los registros que hay en Europa”.
SOLUCIÓN
La especialista alemana participó esta semana en la 13 Conferencia Living Lakes, que se realiza en el poblado de Chapala, cercano a Guadalajara, en el noroeste de México, y que reúne a organizaciones dedicadas a la conservación de vasos lacustres.
Hammerl dijo que las prolongadas sequías y el aumento de la temperatura terrestre acelerarán la desaparición de lagos en España, Filipinas, Argentina, México y el continente africano.
“Los más vulnerables son los lagos con poca profundidad, están más expuestos a evaporación por las temperaturas altas y tienen menos capacidad de recuperarse”, explicó la experta.
La laguna Mar chiquita, en Argentina; la de Bahía, en Filipinas; la de Chapala, en México, y los humedales de la región de La Mancha, en España, son las más amenazadas, explicó.
Hammerl enfatizó que la situación “es muy preocupante” pues ya se comienza a ver las primeras consecuencias en Europa y África por las largas sequías.
Acotó que gran parte de las lagunas en el mundo tiene escasez de agua debido a que esta es desviada indiscriminadamente para uso industrial, agrícola y doméstico.
La poca que llega está contaminada por desechos industriales y no es tratada de manera adecuada, explicó.
“Hay estimaciones de que un tercio de los lagos ha desaparecido a partir de la década de los sesenta, que es cuando comenzaron a disecarse para ganar tierra para la agricultura, según los registros que hay en Europa”.
SOLUCIÓN
La medioambientalista hizo un llamado a los Gobiernos y a los ciudadanos a realizar esfuerzos para ahorrar agua y mantener los niveles óptimos de los lagos.
“Sin una cota adecuada los lagos no pueden mantener sus funciones de ecosistema, entonces la vida muere y también la actividad económica que de ello deriva”, concluyó.
(Fuente: El Comercio)
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